Seguimos nuestros itinerario por el Lago Atitlán y nos desplazamos en barca a Santiago Atitlán, el
mayor municipio del lago. Se encuentra justo entre los volcanes Tolimán y San Pedro, y tiene un marcado carácter indígena. Muchos habitantes siguen llevando la vida tradicional zutujil. Las mujeres visten faldas de rayas moradas y huipiles (especie de chalecos de diversos motivos y colores), bordados con diversos dibujos de aves u flores, e inclusos muchos ancianos siguen vistiendo pantalones bordados con rayas blancas.
Otro aspecto importante es que la población vive con gran devoción la tradicción y actos del catolicismo sincretico maya. Es el más prosacido de los pueblos del Lago. Es donde habita el Santo Maximón,el Santo fuamdor, Este Santo no se
encuentra en una Iglesia sino que cada año cambia de casa, se lo reparten los miembros de la Cofradía o Hermandad. Se traslada cada 8 de mayo después de la Semana Santa. En esta casa todo el mundo le lleva ofrenda. Para encontrar en que casa se encuentra sólo hace falta preguntar. En la visita
se permite fotografiarlo si se hace una donación y también admiten como donación cigarrillos o aguardiente.
Esta población fue fundada por los franciscanos en el año 1547, aunque los zuzujiles llevaban aquí
generación tras generación. Esta fundación por los franciscanos era parte de la idea de pacificar a los indígenas. Otro aspecto de la historia que te puede contar algunos de los habitantes de Santiago, es la
época de la guerrilla de los años 80. Esta guerrilla actuaba con la dictadura establecida por los gobiernos guatemaltecos. El ejercito actuó impunemente contra cientos de aldeanos, secuestrándolos
y asesinándolos. En el mercado un aldeano con el que entablamos conversación nos cuenta como era esta época y su participación como guerrillero.
Después de hablar con el ex-guerrillero, nos vamos al principal edificio de Santiago de Atitlán, la
Iglesia de Santiago Apostol, Los franciscanos construyeron esta maravilla a mediados del siglo XVI. Nada más entra en ella una placa conmemorativa recuerda al sacerdote Stanley Francis Rother. El
padre Rother venerado por el pueblo fue asesinado por la ultra derecha en 1981, en la casa contigua a la Iglesia. En los muros de las paredes hay tallas de madera de los santos, cuyos vestidos los cambian anualmente las mujeres de la población. Hay retablos que simbolizan la protección que ofrecen los tres volcanes del Lago Atitlán y una percepción del cielo distinta a la de los europeos, aquí es la representación maya de una montaña sagrada.
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