Ahora que se habla en Málaga de la apertura del Centre Pompidou y del Museo Ruso de San Petersburgo, vamos a visitar y a prestigiar una joya escondida en el barrio de San Felipe Neri y poco ayudada por las instancias culturales oficiales; nos referimos al Museo del Vidrio. Yo lo llamaría más bien un museo de artes decorativas. Una joya escondida y que merece mucho la pena visitar.
Lo primero es tener suerte y que la visita guiada sea realizada por Gonzalo. Lo primero es el sitio donde se encuentra situado en la Plazuela del Santísimo Cristo de la Sangre, justo enfrente de la puerta principal de la Iglesia de San Felipe Neri. Por lo tanto, lo primero es el sitio donde se encuentra, una casona malagueña del siglo XVIII. Y es una casa de la burguesía malagueña, no de la nobleza. Es un ejemplo d este tipo de casas, que han pasado casi todas por la piqueta especulativas en estos barrios malagueños. A veces incluso como el material constructivo usado no era muy bueno, los municipes han considerado incluso que no tenían valor. El dueño Gonzalo ha restaurado la Casona con mismo y acierto. Ya en sí solo el edificio es una maravilla.
En Málaga pasa frecuentemente, no apreciamos lo que tenemos y tienen que venir persona de fuera para rescatar y amar este patrimonio histórico. Después de explicar en la misma entrada de edificio la historia de la casa y su entorno pasamos al interior. La colección como hemos dicho es privada, y el museo se ha establecido sin ninguna ayuda económica de la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento de Málaga. En la planta baja se encuentra la colección de vidrieras, casi todas ellas inglesas de finales del siglo XIX y principio del siglo XX.
También se visita el magnífico jardín al que se accede por la planta alta. También nos explican las dos nuevas adquisiciones de Museo pertenecientes a la familia del dueño y proveniente de Madrid, un jarrón del siglo XIX de biscuit francés y una lámpara de cristal de Murano del siglo XIX. En definitiva una visita instructiva, interesante y divulgadora de un bonito rincón de Málaga.
Subiendo a la planta alta nos encontramos con los vidrios más antiguos, las piezas rescatadas del antiguo Egipto, piezas fenicias, grecoromanas, bizantinas,medieval e islámico. Después se van recorriendo otras estancias, llegando a los siglos XVI y XVII con piezas venecianas, holandesas y bohemias custodiados por muebles de épcocas y pinturas de pintores como John Riley. <Luego pasamos a la sala del siglo XVIII, hay un retrato de una gran dama, realizado por Angel María Cortellini. Los cristales más destacados son camafeos del inglés Tomas Webb. El Siglo XIX nos depara al final del mismo y principios del XX, los cristales del francés Gallé. y luego sigue con los vidrios contemporáneos de la escuela nórdica.
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