Cánada IV. Québec, el espíritu francónfono.

Sigue el viajero por Canadá, deja atrás la zona de Ontario y se interna en el Québec. Zona de carácter singular y donde se respira de otra forma, pues por las ciudades, las instituciones etc. parece que estamos en un país totalmente independiente, el Quebéc francés. Aunque ha habido dos referéndums por la separación del resto de Canadá, en ambos la población optó por seguir dentro del país federal de Canadá.

Desde que se fueron los franceses de Quebec han pasado más de 200 pero su impronta se observa por toda la ciudad, parece Francia sino fuera por la desmesurada anchura del río San Lorenzo. Después de los franceses perteneció a los ingleses hasta 1867 cuando formó parte de la Confederación Canadiense. Quebec es la única ciudad amurallada de

Norteamérica. Hoy Quebec es una ciudad moderna con rascacielos y todo eso, cuyo caso histórico esta declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Hay que comprender es esfuerzo de los habitantes de esta ciudad, pues en los casi cinco meses de invierno la temperatura media es de casi

menos 20 grados. Sin embargo en verano es una preciosa pasearla y vagar por sus calles adoquinadas. A Charles Dickens lo que más le impresionó del continente americano fueron estas calles.

La visita la podemos empezar por la Haute Ville, Es la parte alta del Viejo Quebec que domina la mayor parte de la ciudad amurallada. Empezamos la caminata por la Plaza de Armas, con una estatua en el

centro que rinde homenaje a los padres franciscanos que llegaron a este lugar en el s. XVII. Aquí se celebran todas las manifestaciones y protestas de los quebequenses. Luego nos dirigimos al límite por el

este de la Villa Alta la Terrase Dufferin, es una bonita terraza de madera, de la que se tienen importantes vistas sobre el río San Lorenzo. Al inicio se encuentra un funicular que hace un pequeño recorrido entre la parte Alta y la Baja.

Al final de la Terraza se encuentra el Fairmont le Château Fronterac, un sorprendente edificio que domina los tejados de Quebec. Este mastodonte fue realizado en el s. XIX. Tiene forma de castillo y lo

que es es un hotel, que se visita en un tour guiado bastante curioso.  Ahora nos vamos a la Catedral de Notre Dame de Quebec. Creada en 1633 y elegida Diócesis de la Iglesia Católica al Norte de México. La

fachada data del sigo XVIII y es una de las mejores muestras de arquitectura religiosa del Norte de América. Un poco más allá se encuentra el Hospital Dieu, Una dama francesa en el siglo XVII patrocinó la construcción de este Hospital. Inaugurado en 1644 y desde entonces no ha dejado de funcionar. El monasterio esta en la parte más vieja del Hospital.

Antes de bajar a la parte baja paseamos por las fortificaciones y las murallas de Quebec. Las murallas tienen cinco kilómetros encerrando al Viejo Quebec, con cuatro puertas que flanqueaban el acceso. Se

sube por la Puerta de St. Jean hasta la Ciudadela por las murallas. Es un paseo bastante agradable y en algunos puntos se obtienen interesantes vistas de la ciudad vieja y de la moderna ciudad al otro.

Ahora nos vamos a la Basse Ville, la parte más antigua de Quebec la más vistosa. Se baja a este lugar o a través del funicular antes reseñado o por la cuesta de la Cote de la Montagne. El epicentro de la visita

es la Place Royal, pequeña y acogedora, con un busto a mayor gloria de Luis XIV. Fue mercado público durante la etapa de la dominación francesa, los más prosperos comerciantes edificaron aquí sus mansiones, en estilo bretón. Toda la zona está plagada de edificios de s XVII y XVIII , siendo la mayor concentración del continente norteamericano. Luego nos vamos a ver el Vieux port. Junto a la Iglesia

católica fue el motor de la ciudad hasta bien entrado el siglo siglo XX. Hoy es un sitio donde pasear agradablemente entre barcos de recreos y restaurantes. Justo detrás del Viejo Puerto se encuentra la Batería Royal, hay doce grandes cañones. 

Quebec da para mucho más, los magníficos museos como el de Bellas Artes, el de la América francesa o el de la Civilización. Es también una base para realizar numerosas visitas naturales, pero eso será de otra entrada.