Senderismo. Circular río Dúrcal.

Lugar: Dúrcal (Granada). Estribaciones de Sierra Nevada. Valle del Lecrin
Distancia: 13,66 km.
Dificultad: Moderado.
Duración: 4 horas

En nuestro interés por visitar nuevas rutas y senderos nos dirigimos a la provincia de Granada, concretamente a las estribaciones de Sierra Nevada, en el Valle del Lecrín. Se llega facilmemte pòr la A7 y después por la Autovía de Motril hacia Granada. Esta ruta de hoy la iniciamos en la Plaza de Rocio Dúrcal, delante de la Iglesia. Seguimos la Calle de Rocío Dúrcal en línea recta hacia el suroeste hasta que salimos del casco urbano. En un posterior cruce mantenemos la dirección que llevamos hasta llegar a pasar por un túnel bajo la autovía A-44, tras la cual el carril finaliza entre huertas de regadío.

 Seguimos ahora en descenso por un sendero que transita junto a una acequia muy sombreado por la copa de varios nogales, la acequia si llevaba bastante agua y por algunos puntos estaba desbordada, Nos entretenimos bastantes por este trozo de camino pues había muchas nueces  nogales.

 Luego seguimos por  un carril asfaltado que tomamos a la derecha. Este carril nos saca de la fertilidad de las vegas y nos introduce en la máxima aridez mientras desciende dando vistas al Barranco del Baño, que discurre en la profundidad bajo nuestro camino, con la
bella estampa del pueblo de Cónchar al fondo erguido sobre el Barranco del Río Dúrcal.

En esta zona nos encontramos con un lugareño que se dirigía a Cónchar. Era radiólogo y
había estado trabajando en el Hospital de Marbella, ahora trabajaba en Albacete. Nos comenta los productos típicos de Cónchar, las granadas y unos mantecados caseros. Decidimos al terminar la ruta pasar de vuelta a Málaga por Cónchar haber si encontramos granadas.

Sin abandonar la pista y en fuerte descenso mientras la anchura del camino va
disminuyendo llegamos a unas escaleras junto a unos farallones rocosos y al final de estas encontramos una fuente y a los conocidos como Baños de Urquízar o Baño Chico  que surgen a temperatura constante de 24’9º con dos pequeñas pilas para poder sumergirse en
estas aguas minero-medicinales de probadas propiedades terapéuticas sobre todo en patologías dermatológicas y renales. Estos baños tienen origen romano. Dejamos aquí a nuestro amigo radiologo y continuamos nuestra marcha. Intentamos seguir por la izquierda
al lado de la orilla del río,pero es imposible y retrocedemos, y encontramos un antiguo sendero a nuestra derecha que comienza a ascender hacia el este en fuerte pendiente con
un precioso zigzagueo entre aulagas, jaras y gayombas y excavado en la roca y que posee tramos bastante angostos y aéreos pero que con unas vistas soberbias sobre la increíble garganta que ha formado la erosión fluvial nos sube a la meseta conocida como Cerro del Moro, por cuyos tajos sobre el Río Dúrcal.


avanzamos hasta llegar al conocido como Peñón del Moro o de los Moros, el antiguo
Castillo de Dúrcal, que son las ruinas de un antiguo fortín nazarí con aljibe y torre. Seguimos bajando para pasar por debajo del Viaducto del Río Dúrcal, obra de ingeniería vial de 80 metros de altura y 304 metros de largo. Más adelante sin abandonar la pista
cruzaremos el Río Dúrcal y remontaremos su cauce quedando éste ahora a nuestra derecha siempre paralelo a nosotros avanzando entre huertas y arboleda de ribera. Unos 600 metros después de vadear el río la pista vuelve a cruzarlo por un puente siguiendo nuestro camino aguas arriba siempre con la clara referencia del cauce fluvial y a unos 700
metros más adelante y tras pasar junto a la antigua Fábrica de la Luz Doña Juana, podremos apreciar el conocido como “Puente Romano”, puente de piedra de un solo ojo que realmente parece ser que data de época musulmana y que formaba parte de la vía de comunicación con la Alpujarra. Aquí nos tomamos unas naranjas antes de continuar.


 Tenemos una intersección de varios caminos, optando nosotros por seguir el mismo rumbo
paralelos río arriba sin cruzarlo quedando éste a nuestra izquierda, sumergiéndose ahora el camino en una frondosa arboleda ribereña que supone un auténtico placer. Inmediatamente podemos admirar y pasar bajo el Puente de Lata, fantástica obra de ingeniería emblema del municipio de Dúrcal y que fue realizada por un discípulo de Eiffel, al estar construido con
perfiles de hierro laminados unidos con remaches o roblones, de ahí que ofrezca cierta similitud con la Torre Eiffel. Se utiliza, como paseo, excelente mirador y para la práctica de deportes de aventura como el "puenting". 

Seguimos avanzando aguas arriba paralelos al río abandonando la pista (esta cruza el río)
introduciéndonos en la más absoluta y exquisita frondosidad vegetal entre álamos negros y blancos, sauces, hiedras, y distintos tipos de vegetación de ribera hasta llegar a un estanque cercado donde veremos cisnes negros y al que entramos por una puerta siguiendo el sendero que llevamos. Es otoño y el paisaje cromático de la caida de las hojas es espectacular.


Estamos ahora en el Hotel El Molino del Puente, antiguo molino del siglo XVIII que ahora forma parte de la oferta hostelera del municipio. Desde luego el enclave y el edificio son de ensueño. Cruzamos el patio de este establecimiento y seguimos avanzando junto al río pasando ahora bajo los inmensos arcos de piedra del llamado Puente Nuevo que da sustento la carretera GR-9067 de acceso a Dúrcal, realizado en el siglo XIX. Todo este paraje de la Garganta del Río Dúrcal en el que se concentran tantos puentes como ancestral lugar de paso hacia la costa y la Alpujarra es conocida como la Poza del Vizco. 

Una vez pasado el Puente de Nuevo cruzamos otra vez el río y seguimos progresando por
un sendero paralelos a él y a su arboleda en el margen de algunas vegas manteniendo siempre una dirección NE con la inequívoca referencia del cauce del río, que tras llegar a unas áreas recreativas que se van a intercalar en sus orillas iremos cruzando su cauce varias veces a través de puentes de madera sin perder en ningún momento el rumbo que llevamos. El camino es en todo momento sombreado y acompañado del refrescante sonido del agua de nuestro fiel compañero de viaje. 


Tras cruzar el Barranco de los Lobos, llegaremos a un puente de madera que cruzamos, llegando a una caseta de bombeo y a la Poza de la Pileta. Aquí estamos justo en el límite del Parque Nacional de Sierra Nevada, en el que penetraríamos si siguiéramos río arriba entrando en la espectacular Cerrada del Río Dúrcal con sus impresionantes crestones y águdos puntales dolomíticos, tan afilados como dientes.

 Una vez al otro lado del río veremos la desembocadura del Barranco de la Rambla, con su cauce de arenisca muy erosionada que seguimos aguas arriba cruzando varias veces su curso hacia el este. Inmediatamente hay que estar atentos a un empinado senderete que aparece a nuestra derecha y que nos conduce en pocos metros a la Acequia de Márgena, cuyo cauce entubado seguimos por el camino que discurre paralelo a ella aguas abajo hacia el SO y que nos sorprende por las increíbles vistas de todo el Barranco que forma el Río Durcal del que no éramos conscientes cuando ascendíamos entre su vergel arbóreo y que ahora desde la altura podemos calibrar en todo su esplendor, con la sucesión de los diferentes puentes salvando este amplio cañón. Seguimos la pista hasta
llegar al Instituto de Enseñanza Secundaria “Valle de Lecrín”, desde el que siguiendo la carretera llegamos al municipio de Dúrcal tras cruzar varias huertas y pasar bajo un túnel la N-323ª. Solo queda callejear por el casco urbano hasta llegar a la Plaza de España y finalizar. 

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