12 horas en... Almería


Abierta al mar en una amplia bahía, Almería fue en los tiempos nazaríes uno de los más importantes puertos del Mediterráneo. El semblante inexpugnable de la Alcazaba domina la ciudad que desciende entere barrios viejos a la parte moderna. en el ensanche de casas señoriales del Siglo XIX, se plasmó la riqueza de una época enriquecida por la actividad minera de los pueblos del ineterior.


Almería ha cambiado bastante en los últimos años, es más luminosa y acogedora. Por eso bien vale una visita para redescubrir sus encantos. Lo primero es ver los Refugios de la Guerra Civil, que no hace mucho años se han abierto al público km de galerías realizados para proteger a la población civil de los bombardeos de las tropas franquistas durante la Guerra Civil española. Pero a este interesante complejo le dedicaremos una entrada en exclusiva. Hoy además de estos Refugios podemos señalar como Almería esencial el siguiente recorrido.

Empezamos por la Alcazaba, la mayor fortaleza musulmana en España, emblema de la ciudad que se
desarrolla bajo sus pies. Levantada por Abd al-Rahman III en el siglo X, fue reforzada bajo otros
gobiernos andalusíes. Finalmente fue reconstruida en el 1950 hasta siglo y medio de abandono. A los pies de la Alcazaba tenemos el Barrio de la Chanca, con algunas casas excavadas en la roca. Pintadas de colores muy vivos. Forman un dédalo de calles y plazas que poco a poco están recuperando de la marginalidad en donde sobrevivían.

Pasamos por la Iglesia de San Juan erigida sobre los restos de una mezquita que había sido levantada en el siglo X. Destaca su mirhab y los adornos de estuco de la antigua mezquita. Llegamos ahora a la Plaza Vieja donde se encuentra el Ayuntamiento, plaza porticada que fue antiguo zoco musulmán. Además del Ayuntamiento se encuentra en esta plaza el Centro de Interpretación de Almería, que subiendo a sus terrazas se obtiene una magnífica vistas de la Alcazaba y de la Catedral. Bajando por desde esta plaza llegamos a la Catedral, a mitad de camino entre una fortaleza y un templo. Construida en 1524. Esta rosca apariencia contrasta con su elegante neoclasicismo interior.

Paseamos ahora por el Paseo de Almería, prinicpal artería de la ciudad que surgió que surgió en el siglo XIX bajo los auspicios de la boyante burguesía, divide la ciudad antigua de la moderna y se termina en la Puerta de Pucherna. Encaminandonos hacia el mar, llegamos a El Cable Inglés especial estructura metálica siguiendo la tradición de Eiffel, antiguo cargadero de mineral. Cerca se encuentra en una casa burguesa de estilo caserío vasco El Museo de doña Pakyta y el Centro Andaluz de Fotografía. 

Almería da para mucho, pero en un día se puede realizar este fascinante recorrido, y no olvidamos el Cabo de Gata y sus magníficas playas, pero eso será objeto de otra entrada.




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